El cigarrillo electrónico sigue sumando desgracias, y reaviva el falso mito de ser más sano que el cigarrillo tradicional. “Si hubiera sabido lo que le estaba haciendo a mi cuerpo, nunca lo habría tocado”, declara Adam Hergenreder en CNN, el adolescente de 18 años de Gurnee, Illinois, Estados Unidos. Y a pesar de que no es el primer grave caso que enfrentan los jóvenes y adultos por la utilización de este dispositivo, su caso en particular, en conjunto con otras muertes en consecuencia de la utilización del cigarrillo, sirvieron para que el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump tomara cartas en el asunto. A partir de esta situación, Trump planea prohibir la comercialización de los cigarrillos electrónicos en su país, luego de que ya se cobrara varias vidas. Hace muy poco tiempo se informó que ya son seis las personas fallecidas en consecuencia de los cigarrillos electrónicos.
Ante la prohibición del dispositivo caerá un gran negocio, el cual su objetivo principal era y es darle un reemplazo “sano” a los adictos al cigarrillo tradicional, aunque esto solo es marketing ya que la realidad es completamente diferente.
¿QUÉ ES EL CIGARRILLO ELECTRÓNICO?
El cigarrillo electrónico es un dispositivo creado en China en 2004, en el cual utilizan una batería de pequeño tamaño, que calienta un líquido convirtiéndolo en vapor, ese mismo es consumido. Entre sus componentes se encuentra el propilenglicol o glicerina vegetal, nicotina en diferentes dosis, sabores y aromas. Ahora hagamos un recorrido especifico por cada uno de estos ingredientes.
El propielenglicol, es un químico generalmente utilizado para la industria química mundial, las empresas lo utilizan para fabricar productos desde cremas cosméticas hasta alimentos y además es el componente principal del líquido de estos cigarrillos a vapor. Si bien su uso es considerado saludable tanto para los individuos como el medio ambiente, su concentración y contacto al ingerirlo o inhalarlo puede ocasionar irritaciones en el aparato respiratorio o digestivo.
La nicotina esta presenta en las platas de tabaco y es considerada una droga con gran poder adictivo, que a pesar de ser algo natural atenta gravemente contra la salud de los seres humanos. Generalmente los individuos relacionan lo natural con lo sano, aunque muchas veces no es así. Según estudios la nicotina, al inhalarla, tarda solo unos segundos en llegar y atravesar nuestro organismo, en consecuencia, cuando invade nuestro cerebro genera cierto efecto placentero en los individuos que la convierte en algo adictivo. Existen algunos efectos frecuentes que atraviesan los consumidores de este tipo de sustancia, por ejemplo, la estimulación del estado anímico. Muchas veces las personas sienten al fumar una sensación de alivio y bienestar. Que, claramente, solo durará unos minutos. Además, su consumo, incrementa la actividad en el intestino, acrecienta la frecuencia cardíaca (10 a 20 latidos por minuto) y aumenta la tensión arterial, entre otros síntomas que perjudican la salud humana.
Los sabores y aromas, parecen los más inofensivos del dispositivo, aunque esto no es así. Existen infinidades de aromas y sabores que utilizan estos cigarrillos, algunos más dañinos que otros. Según un estudio reciente del Centro Médico de la Universidad de Rochester, Nueva York, informaron que estos químicos utilizados para darle aroma al humo de los cigarrillos electrónicos son muy peligrosos para la salud de las personas. Esto quiere decir que no solo se está perjudicando quien inhale el humo, sino también perjudica a cualquier persona que esté cerca, en menor medida. Además, muchas personas creen que al fumar este dispositivo sin la nicotina es sano, cuando en realidad contiene muchos químicos peligrosos que lo hacen igual de dañino que si la tuviera. Los investigadores estadounidenses descubrieron que estos aromas y sabores artificiales afectan a las células inmunes, específicamente a un tipo de glóbulo blanco llamado monocito, el mismo nos protege de infecciones o virus relacionadas con bacterias. Entre ellos los aromas más ofensivos son los clásicos como la vainilla, canela, entre otros.
En resumen, la realidad es que el consumo de estos aparatos, genera un peligro para la salud de ser humano, Adam Hergenreder estuvo al borde de perder la vida ya que fumaba desde hace más de un año y medio, “consumiendo una cápsula y media cada dos días, o un día y medio», y con la excusa de que “no sabía a cigarrillo” llegó a una situación de extrema gravedad, ya que los médicos aseguraron que sus pulmones parecen los de una persona de 70 años de edad. En el caso de Adam, comenzó a fumar, por la razón que muchos adolescentes empiezan, para “encajar” en la sociedad, pero además de esto, muchas personas creen que pueden reemplazar su adicción a partir del consumo de este tipo de dispositivos, cuando solo se trata de marketing ya que es muy difícil sobrellevar una adicción sin la atención médica adecuada.