“Capaz no me acuerdo tu nombre, pero me acuerdo tu signo”, dice con tono firme y acompaña lo dicho con el movimiento de sus manos. Más que una afirmación, parece una promesa firmada en el aire. Algo de lo que hay en esas palabras se traslada a su obra, desde la primera página, como un manifiesto: Aries es palabra-bomba. Entre pinturas de su autoría que tienen a mujeres como protagonistas, Carla Celina Lamponi habla de su primer libro. Pronto, Cuchillos y Sevillanas formará parte de su espacio: un cuarto propio habitado también por un gato delgado y territorial.
Puede que diciendo una estupidez me libere
Carla vive en un mundo de palabras urgentes y sensibles. En un acto de fe en lo que es, se aferra a la magia, escucha su cuerpo y busca formas de expresión. La poesía, la pintura y el periodismo son sus herramientas.
Carla escribe y participa de talleres de lectura desde pequeña. Además, lleva adelante la columna Curiosidades del Arte y la Cultura en Alejades de la Red. Ph Juliana Facchinello
¿Encontrás relación entre lo artístico y el periodismo?
Siento que el periodismo es una herramienta para alzar tu voz directamente y eso me encanta. En lo artístico, tengo el espacio para sublimar lo que no termino de digerir de manera concreta. Me pasa que cuando estoy muy triste, termino pintando porque no tengo palabras. Me quedo vacía, entonces pinto. Saco para afuera.
¿Con la poesía te pasa algo similar?
El dibujo y la escritura pasan por mi vida desde chica. Yo digo que en la poesía hay voces. Cuando lees, estás leyendo el interior de una persona. Como soy muy curiosa, me encanta escuchar lo que cada uno tiene para decir. Esas particularidades me vuelven loca.
¿Qué poetas lees?
Me gusta la poesía tradicional y mucho la libre, generalmente trato de buscar poetas del under, como Morena García, rosarina e integrante del colectivo travesti trans. Me gusta cómo Eduardo Galeano habla del mundo amorosamente; Juan Solá; la expresión de Idea Vilariño, de quien hay rastros en mi libro. La mirada de las disidencias en general me interesa mucho. Siento que aquel que está por fuera tiene una mirada mucho más interesante.
¿Cómo fue el proceso de Cuchillos y Sevilanas?
El libro tiene cuarenta páginas que escribí a lo largo de dos años. Cada escrito fue en distintas etapas de mi vida, incluso tiene momentos pandémicos. Hay mucho de mi cuerpo en los escritos. A mí todo me pasa por el cuerpo, con muchas sensaciones y cuando siento que me desbordo, lo metafórico me ayuda.
Ph Juliana Facchinello
Emilia Pérez fue clave en la producción y publicación de la obra, su acompañamiento integral fue mucho más allá de aspectos meramente técnicos de la edición. Pensó en un trabajo en equipo y en una noche de lectura conjunta, puso a circular la voz poética de Carla mientras Manuela Colomba llevaba ese mundo a la ilustración. Así se terminó de gestar la artística del libro. “Mi editora es una genia”, asegura Carla con gratitud y admiración. “Que otra persona lea lo que escribí, para mí era re loco, lo sigue siendo. Toda esa práctica estuvo buena porque hubo algo integrado: yo escribiendo, Emi tratando de interpretar y de sacar lo mejor y Manu con su mano en el dibujo”.
Entonces la escritura no es tan solitaria como parece desde afuera…
En el proceso del libro aprendí que cuando una hace algo, tiende a hacerlo ensimismada: escribís vos, con tu voz. Escuchar la voz del otro te cambia, hay una óptica distinta. Está bueno trabajar en equipo porque te saca de tus ojos, te invita a mirar desde otro lado. Siento que estamos para compartir y que cada uno pueda soltar. Lo que una escribe deja de ser propio.
¿Cuáles son las expectativas con la publicación?
Trato de no ponerle demasiado peso. Voy por pasos: lo hice, lo estoy haciendo, va a pasar. Creo que ya asumí mi lugar y que encontré una forma. No estoy simulando nada, no hay nada impuesto para gustar. Sería buenísimo vender un montón de libros, las expectativas de gustar siempre están, pero no puede ser esa la motivación. No encuentro alimento ahí, para mí eso es vacío. Al alimento lo encuentro con las ganas de hacer y en el sentido de eso que hago.
Me esperaban allá y llegué por acá para no defraudar
La presentación oficial de Cuchillos y Sevillanas se tramó con otras y otros, durante semanas. La poeta, que dice ser feliz con la reunión, apeló a su red: música, danza y lecturas conjuntas harán un momento “muy del jolgorio”. La cita es el jueves 10, a las 20 en el Centro Cultural El grito (9 de Julio 1484).
¿Qué te pasa con la palabra comunidad?
Siento que un poco la clave está en pensarse en relación con otros, hay que poder compartir los demonios. Ahí también te corrés de lo que no suma, lo que tiene que ver con la crítica, con los pensamientos negativos. Si vos generás desde un lugar lindo, seguramente conectes desde ese mismo lugar y eso a mí me reconforta. Esto del hacer en conjunto me parece que puede ser un lindo refugio.