La elección del 23 de agosto no es casual. Este día recuerda el levantamiento de esclavos en Saint-Domingue (actual Haití) en 1791, un evento que marcó un punto de inflexión en la lucha contra la esclavitud.
El 23 de agosto de 1791, se produjo en Saint Domingue, actual República de Haití, el comienzo de una sublevación que sería de suma importancia para la abolición del comercio transatlántico de esclavos.
Fue instituido por la UNESCO en su 29° Conferencia de 1997 y se conmemoró por primera vez en Haití en 1998, seguida por la Isla de Gorea (Senegal) en 1999.
La finalidad que persigue este día es inscribir la tragedia del comercio de esclavos en la memoria de todos los pueblos.