Camila (1828-1848), la joven patricia intento romper con el Orden Institucional Familia, Estado, Iglesia a partir de su vinculación amorosa con el cura Ladislao Gutiérrez (24). Lo conoció en la parroquia en Buenos Aires donde asistía a escuchar sus sermones. Además el joven frecuentaba su casa. Comenzaron una relación clandestina que los llevo a huir a Goya, Corrientes.
En 1847 ya establecidos cambiaron sus nombres por los de Valentina Desan y Máximo Brandier, y abrieron la primera escuela del lugar, ganándose la simpatía de los pobladores. Al poco tiempo, Ladislao fue descubierto por un sacerdote irlandés que estaba misionando en la zona y lo denunció a las autoridades.
La pareja fue encarcelada el 16 de junio de 1848 y trasladada a la cárcel de Santos Lugares de Rosas (hoy San Andrés) en Buenos Aires. Juan Manuel de Rosas quien gobernaba entonces declaro: “Ninguna persona me aconsejó la ejecución del cura Gutiérrez y Camila O’ Gorman, ni persona alguna me habló ni escribió en su favor. Por el contrario todas las personas primeras del Clero me hablaron o escribieron sobre este atrevido crimen y la urgente necesidad de un ejemplar castigo, para prevenir otros escándalos semejantes o parecidos. Yo creí lo mismo. Y siendo mía la responsabilidad, ordené la ejecución”. La sentencia se cumplió el 18 de agosto de 1848. La joven estaba embarazada de 8 meses.
Diversos documentos revelan eslabones perdidos en la trama. Una Carta a Manuelita Rosas Ezcurra que Camila logró escribir pidiéndole ayuda a su amiga. La respuesta de la hija del gobernador fechada el 9 de agosto de 1848 afirma haber intercedido ante su padre y le pide que sea fuerte. Una nota escrita por Gutiérrez en su celda, cuando se enteró que su amada correría su misma suerte expresaba: “Camila mía: Acabo de saber que mueres conmigo. Ya que no hemos podido vivir en la tierra unidos, nos uniremos en el cielo ante Dios. Te abraza tu Gutiérrez”.
María Luisa Bemberg, reviso este hecho para conocer y repensar la historia. Dirigió el largometraje Camila (1983/1984) un melodrama que no desbordo lo trágico y se convirtió en el primer gran título de la democracia, un éxito de Boletería. La co producción con España se estrenó en 1984, año con veinticuatro estrenos cinematográficos. Los personajes: Camila O’Gorman (Susu Pecoraro), el cura Ladislao Gutiérrez (Imanol Arias), su trágico amor más la figura de Rosas recrean desde la metáfora del tirano la sombra de la dictadura recién disuelta.
Bemberg que comenzó a filmar a los 50 años se caracterizó por contar relatos que demostraban el paradigma de la mujer y sus deseos cumplidos. Amplio el campo narrativo del cine nacional con una visión del feminismo y la libertad. “Yo intento a través de mis historias hacer que las mujeres se reconozcan y se enriquezcan con las protagonistas. Es un compromiso ético que he tomado, ayudarles a ser libres. Solo que la libertad es lo más difícil de lograr”.