La Lactancia Materna es un modo de alimentación que se inicia en el nacimiento con leche producida por el seno materno. Es un tema que aparentemente es individual o familiar, pero su abordaje y práctica pueden afectar afirmativamente a la comunidad. La fórmula es sencilla: Niños sanos, mejor alimentados y con una base que sostendrá toda una vida por delante.
La leche humana se caracteriza por contar con componentes que generan defensas, fortalecen el sistema inmune, dan calor, protección y crean un vínculo fraternal entre madre e hijo. Los cambios de décadas, los hechos sociales y políticos han modificado esta práctica ancestral. En pleno Siglo XXI, el volver a las fuentes delinea el camino nuevamente hacia el origen; filtrando otros modos posibles en ese retorno.
La teta es mucho más que el mejor alimento: es placer, contacto, consuelo y comunicación entre ambas partes. Es una oportunidad única e inmejorable para procurar salud y bienestar al recién nacido.
Dar de mamar es una práctica que requiere libre demanda, sin tiempo ni restricciones. Sobre todo, en el comienzo es necesario el contacto estrecho y constante para establecerla. La succión frecuente estimula la producción de leche. Esto permite acompañar los picos de crecimiento infantil en cada etapa. No tiene contraindicaciones y brinda beneficios para la salud tanto de madre como hijo a corto y largo plazo.
A su vez, el tejido vivo que contiene la leche materna aporta los nutrientes en cantidad exacta; es una fuente de calorías, vitaminas y proteínas; y proporciona protección inmunológica. Es un alimento casi milagroso que se ajusta a las necesidades del bebé en cada momento de su vida.
Vale mencionar también circunstancias especiales como nacimientos de mellizos, bebés prematuros o con alguna discapacidad. Ellos pueden ser alimentados exclusivamente con leche materna. La misma favorece, estimula y contribuye a sortear situaciones adversas.
El pecho no tiene horarios, he aquí una contrariedad latente con el mundo capitalista que requiere organización cronometrada para asegurar el rendimiento. Además, no siempre será tan demandante como en las primeras semanas de vida de un neonato. Lectura que no encaja dentro de la lógica de la ganancia, donde la producción de leches maternizadas resuelve la cuestión.
Lactancia e información
La temática casi no se visualiza en las noticias. “Desde el 1 al 7 de agosto de cada año, se celebra a nivel mundial la “Semana de la Lactancia Materna”. Durante esos días, todos los medios de comunicación informan y se interiorizan sobre el tema y generalmente nos llaman de varios medios”, responde ante la consulta Gabriela Reato, Asesora de Lactancia y Voluntaria de la Liga de la Leche Argentina. Continúa: “después de esa fecha, durante el resto del año, la Lactancia es un tema del que se habla muy poco y es menos público nuestro trabajo. Por suerte, nuestra mayor publicidad es el boca en boca de las mamás que ya vivenciaron la Lactancia, conocieron nuestra misión y/o se sintieron acompañadas con nuestra labor”.
La cuestión puede aparecer en boca de alguna famosa o se retrata como novedad por la proeza milenaria. Pero no se investiga en profundidad. Como afirma Adriana Olguín, Puericultora – Doula:
“Se habla poco en los medios de comunicación de lactancia. Se da muy poco lugar. A mí me ha pasado que me han invitado a programas tanto de televisión como de radio y me dieron tres minutos». Resulta un abordaje desde lo superficial, afirma la entrevistada: “si hablan los medios de comunicación lo hacen mucho desde el romanticismo, no abordan tema leyes; cómo hace la mamá para volver al trabajo, o para extraerse la leche; los bancos de leche que no existen, por ejemplo”.
La lactancia se ha perdido en generaciones completas. Madres que tal vez quisieron dar el pecho, pero no lo lograron. Escucharon las normas: la teta se daba diez minutos y cada tres horas. Si había más demanda era porque la leche no era consistente o suficiente, entonces mejor el biberón. El control de peso comparado en curvas de crecimiento estándares, igualmente atentaba contra la fidelidad de la leche materna.
“Los lugares de trabajo no propician el derecho a amamantar. Ni siquiera los lugares de salud: hospitales y sanatorios no propician el amamantar a los hijos de las trabajadoras”, cuenta Olguín. Un cartel afirma las bondades de la lactancia, pero no se trabaja en políticas que la sostengan. “Sí hay que dar la teta, pero no hay herramientas reales para ayudar ni siquiera para las mamás internadas. Por ejemplo, se dice mucho: La Lactancia es lo mejor, y hay que darle la teta, pero no hay un acompañamiento y un sostén desde el equipo de salud”, concluye.
Mitos vs Realidad
Los mitos en torno a la lactancia también han circulado con velocidad, propagando información errónea. Si una madre primeriza no consulta o hace tribu puede que sucumba en los laberintos de la desinformación. Dichos como el espaciar las tomas para que puedan llenarse los pechos, cuando en realidad: “los pechos no se llenan o vacían, sino que se cogestionan o descongestionan”, sostiene Reato. “El cuerpo de una madre lactante siempre está produciendo leche. A mayor succión mayor producción láctea adaptándose a cada etapa”, refuta.
El tamaño de los senos también entró en tela de juicio. Busto prominente, pezones no formados, planos o invertidos y toda la fisiología de la mama. La evidencia hace saber hoy que ninguno de estos factores es condicionante. Mujeres con prótesis mamarias y madres adoptivas de igual forma pueden amamantar. Con información, preparación y acompañamiento pueden lograrlo.
La Organización Mundial de la Salud y la Sociedad de Pediatría recomiendan continuar con la lactancia Materna hasta los dos años por lo menos. Los reconocidos “mil días” que comienzan durante la gestación cuidando la nutrición materna y luego acompañando el puerperio inmediato que incluye el período de lactancia; para así poder llegar a un destete natural que respeta los tiempos del niño y la madre.
Soberanía Alimentaria
La práctica de la Lactancia es el primer acto natural de soberanía alimentaria. Su implementación en la vida cotidiana, es clave para el desarrollo sostenible en la satisfacción de necesidades actuales y la proyección en las generaciones venideras.
La Lactancia Materna vincula diversos factores que incluyen la nutrición, la seguridad, la salud y la supervivencia. Logra afectar la productividad económica y potencia la educación, ya que amamantar es una tarea de alimentación ambientalmente sostenible. En comparación con otras alternativas y consumos, las diferencias son alevosas y los favores infinitos.
La teta es ecológica, no genera residuos. La leche materna no necesita artefactos para su preparación ni recipientes para su ingesta. Siempre esta esterilizada, disponible y templada. Por ello, es importante la defensa del derecho de nutrirse con libertad y de forma verosímil en el tiempo.
Conclusiones
La demanda social y laboral coloca a la mujer en un espacio que le exige cumplir con todos sus deberes en tiempo y forma. Por otra parte, la falta de contención y grupo para sostener decisiones tan primordiales cómo las de alimentar a su hijo/a terminan por debilitar la práctica. Inmersas en un mundo de frivolidades e inmediatez, volver a hablar de dar el pecho es casi revolucionario. Todo esto va más allá de una moda femenina, de ser o parecer en este tiempo posmoderno. Y con ese nuevo adviento las formas de alimentar a la cría, sostener la diada madre-hijo en un entorno de pantallas y reflejos.
Es preciso un mundo que espere mientras se da de mamar a los hijos, porque la vuelta a las esferas del sistema se dará tarde o temprano. De forma tal vez igual, tal vez diferente pero seguro mejores.
Actividades en Rosario a propósito de la Semana Mundial de la Lactancia Materna – #SMLM24 (WABA Sigla en Inglés World Alliance for Breastfeeding Action – Alianza Mundial para la acción a favor de la Lactancia Materna).
Reunión de las Voluntarias de la Liga de la Leche
Vivo con especialistas, organizado por Doulas de Rosario Semana del 12/08.