Por cuarto día consecutivo, las calles de Santiago de Chile viven una jornada de protesta por reclamos contra el gobierno de Sebastián Piñera, que mantiene el decreto de estado de Emergencia para hacer frente a las manifestaciones.
Organizaciones estudiantiles habían lanzado la convocatoria para el mediodía en Plaza Italia, uno de los centros de reunión de la ciudad. Poco después de la hora señalada, comenzaron a aglomerarse grupos de ciudadanos y las autoridades los dispersaron con algunos incidentes y detenciones.
Lo que desató las protestas de los ciudadanos chilenos fue el aumentó 3,75% (de 800 a 830 pesos o el equivalente a 1,7 dólares) el precio del metro, que diariamente es usado por casi 3 millones de personas.
El sábado de madrugada el presidente Sebastián Piñera declaró estado de emergencia y por primera vez en democracia los militares salieron a la calle para garantizar el orden. Además la medida implicó una restricción en la libertad de movimiento y reunión por un plazo de 15 días. Pero eso incrementó las manifestaciones. Unos 9.500 militares y policías fueron desplegados en las calles. Hasta el momento se reportaron al menos diez muertos, más de 167 heridos y unos 1.500 detenidos. Piñera dio marcha atrás el sábado en la noche a la suba del precio del metro con el argumento que había escuchado “con humildad la voz de la gente”. Pero eso no frenó las protestas.
Ademas, anunció que el toque se extenderá por una tercera noche en las siguientes localidades: Región Metropolitana de Santiago (de 20 a 6 del martes), Valparaíso (de 18 a 6 del martes); Rancagua (de 20 a 6) y la provincia de Concepción (de 18 horas a 6 del martes).
En los alrededores de la plaza Italia de Santiago se escuchan cánticos, gritos y cacerolazos de forma pacífica, con algunas bengalas cerca de los cordones policiales. “Que se vayan los milicos”, gritaban a coro aquí los manifestantes, en abierto desafío a las fuerzas militares y policiales que resguardan en gran número el centro de la capital chilena, bajo estado de emergencia.
Por su parte, la ex mandataria chilena Michelle Bachelet, Alta Comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, pidió a los manifestantes que salgan a las calles “de forma pacífica” y a las autoridades que “se aseguren» de que el derecho a la libertad de expresión sea “respetado”.