Dos niñas murieron ayer al volcar un micro con alumnos de una escuela de la localidad bonaerense de Benavídez. El accidente ocurrió en la ruta 2, kilómetro 141, a la altura de Lezama, sentido a Mar del Plata.
El ómnibus llevaba a 43 chicos de una escuela primaria de Benavídez, seis padres docentes, dos coordinadores y los choferes. Era un viaje de egresados que iban a compartir en Mundo Marino.
Los heridos fueron trasladados al hospital de Chascomús y una Unidad de Pronta Atención (UPA) de Lezama. Al Hospital de Chascomús ingresaron 30 menores -3 de ellos en grave estado-. En la UPA de Lezama hay 10 menores, 3 de ellos que serán transaladodos a otros centros. Al Hospital Lezama ingresaron 7 menores -uno de ellos en estado grave- y 3 mayores.
El micro salió a las 3 de la madrugada de la escuela y tenían previsto llegar a Mundo Marino a las 10 de la mañana. Las primeras hipótesis indican que cerca de las 6 de la mañana el colectivo habría mordido la banquina y por eso volcó.
El conductor del micro, Alberto Maldonado, fue aprehendido por disposición de la justicia mientras que su acompañante, Juan Carlos Gilenoni, quedó en libertad. De acuerdo a las fuentes policiales, se realizó un análisis de alcoholemia al chofer el cual dio negativo. Ya fue abierta una causa por “homicidio y lesiones culposas” a Maldonado.
Desde la Comisión Nacional de Regulación del Transporte (CNRT) informaron que el colectivo SILVICAR SRL tenía el seguro y la revisión técnica en vigencia.
Habló el chofer
Habló Alberto Gustavo Maldonado, el chofer de la tragedia que culminó con el fallecimiento de dos menores en ruta 2 a la altura del km 141. El acusado de homicidio culposo, agravado en concurso ideal con lesiones culposas agravadas, declaró esta mañana ante del fiscal del caso, Jonatan Robert. Desmintió todo lo dicho en relación a que se había dormido manejando el vehículo o que fue gracias a la distracción que le provocó utilizar el celular y declaró que el accidente ocurrió debido a una falla mecánica en el vehículo. Dijo expresamente querer “pedirle perdón a todas las familias”.
Comenzó con el relato de cómo fue la sucesión de los hechos: “Emprendimos la ruta tranquilos, a la altura del peaje bajamos los dos a orinar -haciendo referencia a su compañero en el micro- y seguimos viaje. Ya estaba amaneciendo, yo le había bajado el parasol y corrí la cortina de mi lado para que a Juan Carlos no le diera el sol en la cara, porque le estaba molestando. No habíamos tomado mate ni escuchado música, el pasaje venía tranquilo, todos durmiendo. No venía usando el celular, si peritan el teléfono se van a dar cuenta. No soy de usar el celular cuando manejo”.
A continuación, agregó una declaración que confirmo la visión del conductor en relación a cómo ocurrió el accidente. Según éste, no fue el celular ni el alcohol, fue una falla mecánica «el volante queda como loco» y no lo pudo corregir: “Antes de llegar al kilómetro 141 de la Ruta 2 hay como un puentecito y yo siempre lo paso del lado izquierdo porque tiene como un salto, tiene un desnivel la ruta en ese lugar. Si pasa por ahí, el neumático golpea y los pasajeros se despiertan. Vengo manejando, paso esa parte, lo voy a poner del lado derecho y siento que me lo saca al coche un viento, quiero corregir, se va de costado, lo trato de enderezar al lado izquierdo donde está la alcantarilla, trato de corregirlo de vuelta hacia el lado derecho y hace como una explosión el micro”. «El volante queda como loco, como que no puedo corregirlo, y el micro empieza a perder estabilidad hacia el lado izquierdo. Al no tener yo forma de tener el volante y direccionarlo hacia un lugar, se empezó a volcar, y ya se volcó».
El fiscal le preguntó expresamente a Maldonado si éste se quedó sin dirección. El conductor responde afirmativamente, que había sucedido previamente al ingresar a la banquina y que desconoce las causas: “Es como si fuera que se reventó un neumático del lado izquierdo, aparentemente el delantero y ahí el micro pierde la estabilidad”, declaró.
En cuanto a las presuntas hipótesis que se relacionaban con que se durmió mientras manejaba el vehículo declaro que era erróneo porque «si uno se duerme los altibajos son de los 90 a los 65/70 kilómetros por hora. Esto en ningún momento sucedió».
Finalmente, Maldonado detalló su accionar posterior al vuelco del micro: «Salimos con mi compañero los dos afuera a la ruta y empezamos a romper el techo del micro para ver si podíamos sacar a los chicos. Se veía que el daño era grande, se veía a personas atrapadas, por los gritos».
Mientras Maldonado relataba lo sucedido, fuentes confirman que rompió en llanto frente al fiscal Robert: «Saque a una nena de adentro, después subí a la cola del micro a cortar la corriente por si había un chispazo y se prendía fuego. Buscamos un criquet para ayudar a la gente, no sabíamos qué hacer en ese momento. Primero llega un bombero y ahí empezar los bomberos a trabajar. Llegó la policía y tratamos de sacar a los chicos como se podía» concluyó.
Cuando finalizó la indagatoria, el fiscal Robert decidió pedir la detención efectiva del chofer. Además, dio a conocer que se le realizaran una amplia serie de pericias mecánicas al vehículo, ya que según éste los estudios preliminares accidentológicos que se produjeron no señalaban «ese desperfecto».
También, adelantó que los exámenes toxicológicos «están dispuestos para el día martes en la ciudad de Dolores». Aunque, cabe señalar, el test de alcoholemia que se realizo posterior al vuelvo había arrojado resultados negativos.
El chofer no fue el único en declarar
Jonatan Robert también informó que declaró el acompañante como testigo, tres adultos, y otro testigo que iba en moto circulando en el momento del accidente. Éste último declaró que iba a una velocidad de 110 km/h y que así incluso fue superado por el vehículo.
«El acompañante no relata las mismas cosas que el chofer, relata distintas cosas», dijo el fiscal. Ante la Justicia, Juan Carlos Gilenoni, segundo conductor que iba arriba del colectivo, declaró que el chofer iba a alta velocidad: «Iba rápido, a más de 110 km/h».
Mientras tanto, Enzo, uno de los estudiantes que viajaba en el micro, declaro que gran parte de ellos no llevaba puesto el cinturón de seguridad, lo que presuntamente podría haber evitado la muerte de sus dos compañeras, Delfina Del Bianco y Mía Morán. Ante la pregunta contestó: «No». A esto sumó:»Solo tres chicos que viajaban en la parte de abajo lo tenían».
Lo que es más, el dueño de la empresa del micro salió en defensa del chofer: «El chofer es intachable», aseguró Cristian González Wang, uno de los socios de la empresa familiar. Resaltó que nunca habia recibido quejas acerca del conductor y que este tampoco nunca habia sido participe de ningun accidente. Descartó además la posibilidad de que éste se halla quedado dormido: «El día anterior tuvo franco», añadió que éste tuvo el «descanso correspondiente» para poder realizar correctamente su trabajo. Con referencia a la seguridad del vehículo, con seguridad remarcó: «Fue revisado siete veces por la CNRT» y agregó que el colectivo posee todos los cinturones de seguridad correspondientes y en su lugar.
Búsqueda de testigo ocular
La Justicia además está intentando encontrar a un pescador que se encontraba en la zona en la cual se produjo el vuelco del micro en Lezema y presenció el acciodente que culminó con la muerte de dos nenas. El fiscal general de Dolores Diego Escoda declaró que están tratando «de localizarlo» ya que funcionaría como «testigo ocular» en la causa del accidente.
Avance de los menores y adultos internados
Tras el vuelco del ómnibus a la altura del kilómetro 141 en la ruta N°2, tanto niños como adultos fueron trasladados a distintos centros de salud de la provincia y hasta la Ciudad de Buenos Aires. Algunos de los heridos fueron dados en alta con lesiones graves pero otros continúan internados.
Desde el Hospital Municipal de Chascomús, señalaron que a los cinco menores que quedaron en observación se les dará el alta hoy. Por otra parte, en el Hospital Eva Perón de San Martín, se mantendrá internada otra menor en terapia intensiva. Le debieron amputar una pierna, tiene politrumatismos, heridas cortantes y necesita de una transfusión de sangre. Los otros tres niños internados allí se encuentra en buen estado de salud y evolucionando favorablemente.
En lo que se refiere al Hospital Ludovica de La Plata, en el que se hallaban internados tres menores, el que ingresó con graves traumatismos en ambos brazos hoy se encuentra estable. Le realizaron una operación ayer y se encuentra ahora en terapia intensiva. De las niñas, una ingresó con traumatismo encefalocraneano moderado y ya se encuentra estable en sala de terapia intermedia. Mientras que, la otra niña que padeció un traumatismo de cráneo moderado se encuentra estable y evolucionando.
En el Hospital El Cruce, de Florencio Varela, se mantienen internados un menor y un adulto, y se esperan novedades. Por otra parte, los tres niños que habían ingrasado al Hospital Materno Infantil de Tigre evolucionan de manera favorable. Dos, al tener lesiones graves serán prontamente dados de alta y al tercero se le será realizada una una cirugía traumatológica.