La Logosofía es una ciencia humanística creada por Don Carlos Bernardo Pecotche, un pensador y educador argentino, nacido en 1901 y fallecido en 1963, quien desarrolló un cuerpo teórico que posibilita al hombre aplicarlo a su propia vida con el propósito de ser mejor.
González Pecotche inició su obra humanística el 11 de agosto de 1930 en la ciudad de Córdoba y dos meses después, el 25 de octubre, creó una filial de su Escuela de Logosofía en Rosario. Finalmente, en 1950 se constituyó como Fundación Logosófica.
La Institución se rige por la Ley de Fundaciones N° 19836/1972 y sus modificaciones, , se sostiene para su funcionamiento con el aporte de sus integrantes. Estos prestan su colaboración ad honorem en todas las tareas administrativas y docentes que les son asignadas.
Néstor Carlos Sergio González Geuna, nieto del fundador del movimiento, en diálogo con Prensa 18 contó en detalles de qué se trata.
Néstor es abogado, ha desarrollado su actividad dentro del Sistema Penitenciario Federal de Argentina y, también en forma independiente especializándose en Derecho Comercial y en Contencioso Administrativo. Es estudiante de esta ciencia humanística. Vive en Buenos Aires y tiene 64 años.
Néstor, el autor de la Logosofía falleció en 1963 ¿Quién heredó su obra literaria, sus conocimientos? ¿Hay otros líderes?
No hay herederos como sucede en las familias ni tampoco líderes que lo reemplacen. En sí, los herederos son todos aquellos que estudian y siguen su pensamiento. Son todos herederos de la enseñanza que él brindó para toda la humanidad con la única condición de que se difunda con el objeto de que su concepción sea conocida por la mayor cantidad de personas en mundo. De todas maneras, si bien su obra es para toda la humanidad, en sus comienzos está destinada a todos aquellos que, en principio, quieran abrazar este pensamiento y quieran aplicarlos a su vida con el propósito de ser docentes logósofos.
¿Usted, como nieto del autor, tiene asignado algún papel especial dentro de la Fundación Logosófica?
No, no tengo ninguna función especial por el parentesco. Estudio Logosofía y he colaborado en distintas actividades dentro de la Institución, como lo hacen todos los integrantes de la misma. Uno hace el esfuerzo de que esa participación refleje las comprensiones y realizaciones obtenidas con la aplicación de esos conocimientos a la propia vida, a través de la propia conducta. Esas colaboraciones van permitiendo que la obra de González Pecotche marche siempre con los lineamientos por él establecidos. Un valor importante de estas colaboraciones es que son un campo de experimentación y aprendizaje constante y generan una gran responsabilidad. Si bien en un principio el autor estableció que la Institución fuera dirigida por él y su familia, con el tiempo esto fue cambiando y, al constituirse como Fundación, se rige por las normativas legales de las mismas.
¿Cómo se mantenía González Pecotche? ¿De qué trabajaba?
En este aspecto, como en otros, su vida fue un ejemplo para sus seguidores. De joven trabajó en relación de dependencia en una empresa de Córdoba, como jefe de mantenimiento. Luego se independizó y generó distintos negocios en varios lugares del país. Uno de los más importantes fue la Editorial Litton en Rosario. También tuvo un importante desarrollo con una empresa de perfumería. Fue un gran emprendedor y trabajó también con algunos estudiantes de Logosofía. Hasta que en los años cincuenta comenzó a dedicar todo su tiempo a la obra que estaba desarrollando porque había logrado una posición económica que se lo permitía.
Esto es muy interesante porque en otros movimientos la vida de los líderes es sostenida con el aporte de sus seguidores. Con González Pecotche fue distinto, no sostenía su vida particular con esos aportes, sino que los mismos eran y son destinados a cubrir los gastos de funcionamiento de la Fundación Logosófica.
Néstor González Geuna nos cuenta: ¿Qué se aprende en Logosofía?
La base doctrinal son los conocimientos que brinda González Pecotche. Lo que hacemos los estudiantes de Logosofía es, justamente, estudiarlos teniendo en cuenta, la primera directiva que estableció que es la de que nadie debía creer en este conocimiento, sino que lo debía comprobar en su propia vida. Esa es una consigna básica y fundamental.
Lo principal es comprobarlo, llevarlo a la vida, practicarlo y ver la eficiencia que tienen en la misma, buscando que el ser humano empiece a descubrir su naturaleza espiritual. Se realiza una preparación sensible y mental para poder lograrlo. Además, la Logosofía tiene un método específico que busca, justamente, que el ser humano sea cada día un poco más consciente y que actúe cada vez mejor en el pensar y en el sentir.
¿Cómo acceden al cuerpo doctrinal de la Logosofía?
Se accede a través de una infinidad de libros. Pero no solamente libros, sino que el autor ha dejado una gran cantidad de conferencias, de conversaciones y, también cartas de las cuales el estudiante puede extraer enseñanzas y conocimientos que, si bien eran dirigidos a determinada persona, son adaptables a otras también. La Fundación cuenta con un archivo histórico que compiló todo el material dejado por González Pecotche, para conservarlo de la mejor manera y permitir que los seres que vengan de acá 500, 600 años, puedan tomar contacto con ese material tan importante.
Los integrantes dicen que la Fundación es una escuela de adelanto mental. ¿Van todos los días a clase? ¿Cómo se estudia?
Sí, se puede decir que es una escuela, pero no, no hay que ir todos los días. Sí, es necesario que cada uno vaya generando el hábito del estudio de este conocimiento, que es uno de los hábitos fundamentales, porque el hábito del estudio también es el hábito que abre la puerta a querer saber un poco más, de querer aprender. Y el aprender es, en sí mismo, una necesidad del espíritu. Este aprendizaje va poniendo en evidencia en forma muy elocuente la vida espiritual en cada uno, una vida espiritual que normalmente es desconocida por todo ser humano pero que palpita constantemente en todas nuestras actuaciones, desde que nos levantamos hasta que nos vamos a dormir y hasta cuando dormimos también.
¿Cualquier persona puede acceder a estos estudios?
Toda persona que tenga el afán de superarse, que tenga inquietudes espirituales y que quiera develarlas, tiene esa posibilidad, siempre y cuando desarrollen su condición docente. Esa condición docente es necesaria para que se expanda el bien que trae este conocimiento. Para expandirlo se necesitan docentes que estén entusiasmados con lo que están haciendo, que principalmente desarrollen adecuadamente su propio proceso de evolución consciente que es el que le permite comprobar los conocimientos en su propia vida y brindarlo a los demás.
Para mayor información los interesados pueden consultar la página web de la Fundación Logosófica: https://logosofia.org.ar/